En los últimos días he tratado de reflexionar sobre lo que significa Venezuela para mí, como para mis amigos, mi familia y mis seres queridos.
A pesar de todo lo que hemos vivido en los últimos 24 años, de una inestabilidad política increíble, tasas de criminalidad altísimas y un desastre económico que conllevó a la hiperinflación más alta de la historia, los venezolanos seguimos vivos. Somos increíblemente resilientes.
Diáspora
Se estima que más de 8 millones de Venezolanos dejaron sus casas y están ahora regados por el mundo, como diría George Harris, el comediante, pareciera que el principal producto de exportación de Venezuela somos los venezolanos. Eso incluye todas las características de nuestro folkor, siendo la alegría y optimismo hacia la vida lo último que pareciera que no nos quitaron. Como dirían los estóicos, incluso si estás preso, no pueden quitarte ni tu mente ni tu tranquilidad.
¿Dónde estámos? Estamos en todos lados…
Por lo tanto, es muy posible que si conoces a un venezolano en Venezuela, es muy probable que tenga un familiar afuera. Somos una población muy pequeña, esto conlleva a que entre el 30-40% de la población tenga familia que se fueron.
¿Y qué pasa con los que se quedaron?
Decidieron inmolarse, aceptar una realidad dura. La situación de Venezuela no es fácil, me gustaría compartirles una dura realidad, diferente a la que aquellos turistas van a ver en Margarita, Canaima o los Roques. Sin embargo, todos esos turistas van a ver lo auténticos, empáticos y especial de ser venezolano. Es por eso que muchos de esos turistias que dedicieron venir en esta nueva Venezuela han regresado.
¿Qué sucede adentro?
La realidad del país es totalmente diferente a la de su capital, Caracas. En el resto del país hay muchas dificultades para llevar una vida cotidiana, una búsqueda de civismo o una “cotidianidad”.
Si de casualidad se encuentran a un venezolano en el exterior este muy seguramente sea un experto resolviendo problemas, ya que tenemos 24 años tratando de hacer maromas, sí maromas, con todo. Resolver, hacer de la tierra oro.
Algunos de los problemas que viven los venezolanos en el día a día:
Falta de dinero en efectivo
Fallas eléctricas
Fallas en el servicio de agua
Fallas en el servicio de gas
Diáspora o exilio de familiares
Inestabilidad política
Inflación en dólares
Fallas en las cadenas de suministro de comida (es por ello que el mango se ha vuelto una salvación para muchos)
Constante falla en telecomunicaciones (internet, teléfonos)
Por si fuera poco, estos son solo algunos de los problemas que se viven, la realidad es que son muchos más. Lo más impresionante es que cuando recorro las carreteras de mi país me encuentro con esos venezolanos que te ponen una sonrisa gigante, que te dicen que jamás se van a ir de acá. Que a pesar de todos esos problemas que como seres humanos nos quitan las ganas de levantarnos, se levantan a las 5 de la mañana a trabajar. Desde el bombero de la estación de gasolina, hasta el empleado públicos que ganan menos de 50 dólares al mes, hasta campesinos que trabajan prácticamente por vocación.
Todos deciden levantarse, por diferentes razones, pero todos comparten algo, el deseo de trabajar por su país, por un futuro mejor, tanto para ellos como para sus familiares y amigos.
Esta capacidad de apostarle al país no deja de impresionarme, personas que lo han perdido todo, desde el inmigrante que perdió sus 60 años de trabajo en una expropiación, hasta el maestro, que con un sueldo muy bajo decide apostarle al país.
Una apuesta a ciegas
Los que apuestan tienen muy pocos criterios de decisión y un riesgo altísimo, pero su apuesta es al ser humano, al venezolano, a lo que nos une y en lo que creemos. Nuestro optimismo.
Les comento todo eso porque estoy en una búsqueda de formar una selección, una selección de personas que están apostando por este país, personas que busquen ayudar.
Se avecinan unas elecciones, los venezolanos ya estamos acostumbrados a esto, pero la realidad es que sin tener la bolita mágica para adivinar, y sin saber el resultado, tenemos que seguir apostando en nuestra única salvación. Nosotros mismos los venezolanos. Mediante educación, formación, valores y principios.
Si conoces algunas iniciativas, personas, fundaciones que estén desarrollando proyectos y estén apostando en el país no dudes en escribirme. Unidos somos más. Por favor dejar todas estas iniciativas en los comentarios.
No solo yo, pero Venezuela se los agradecerá. Cuando Venezuela fue creada, fue dotada de todo, oro, petróleo, montañas, nieve, playas paradisíacas, un río gigante y por si fuera poco. Pareciera que su recurso más importante no es geográfico, es su gente.
Lo siento si querías saber de fútbol, pero esta selección para mi es la más importante.
Con cariño,
Franz